Tras dejar Laodicea conducimos hasta las inmediaciones de Denizli, la capital provincial, tomando ahí la carretera D-320 en dirección oeste. Avanzamos a buen ritmo por dicha vía, heredera de la importantísima calzada que, con cabecera en Éfeso, se adentraba en el interior de Anatolia, pasando por Laodicea ad Lycum (lo vimos en el post anterior), camino de Siria, del Éufrates y, más allá, de las remotas tierras del interior de Asia. Hoy en día la antigua ruta no tiene tanta importancia como antaño si bien continua siendo una vía relevante, con dos carriles en cada dirección, bastante cómoda por tanto de transitar.
Nuestro siguiente hito es la antigua ciudad de Antioquía del Meandro, que fuera fundada como Antiocheia y llamada Antiochia ad Maeandrum en tiempos del Imperio romano. Para llegar a él hay que salirse de la D-320 en el desvío que lleva a la localidad de Kuyucak, a unos 65 kilómetros de Denizli y seguir las poco claras indicaciones que hay por allí. No obstante hay que advertir que dichas indicaciones son totalmente insuficientes para localizar el yacimiento: localizado en la cumbre de una monótona colina perdida en el interior de una zona despoblada así como cubierta de arboleda poco espesa. Si nosotros lo conseguimos es porque tenemos bastante desarrollado el olfato arqueológico, de lo contrario nos lo hubiéramos pasado con toda seguridad. Quien quiera saber la manera exacta de llegar que nos lo diga e intentaremos ayudarlo.
Se trata de un asentamiento muy poco conocido, tanto por estar totalmente sin excavar como por no figurar apenas en las crónicas clásicas. Sabemos que fue fundada por el monarca seleúcida Antíoco I (281-261 a.C.), quien la puso su nombre y el de su madre (Antíoca). Estéfano de Bizancio cuenta que no fue una fundación exnovo ya que en el lugar ya existía una ciudad llamada Pithópolis. Plinio el Viejo relata lo mismo aunque cambiando este último nombre por Cranaos.
Geográficamente era una ciudad de Caria aunque próxima a la frontera con Frigia. Prosperó razonablemente gracias a su ubicación en el curso medio del río Meandro, muy pocos kilómetros al sur de la anteriormente mencionada ruta Este – Oeste que comunicaba Éfeso (y el Egeo) con el interior de Asia Menor y el resto del oriente mediterráneo. También le vino muy bien la gran fertilidad de la comarca circundante (bien regada por las aguas del Meandro y de su afluente el Orsino) y el hecho de que fuera construido en sus inmediaciones un puente sobre el Meandro: muy utilizado durante los largos siglos en que se alzara en pie y que por tanto atraía a la ciudad toda clase de comerciantes, funcionarios imperiales, militares, artesanos y demás usuarios.
En el año 189 a.C. el cónsul romano Cneo Manlio Vulsón pasó por la ciudad, camino del este, en el marco de su campaña contra los pueblos gálatas del interior de Anatolia narrada por el historiador Tito Livio.
Fotos 1, 2, 3 y 4.- Diferentes paramentos de mampostería correspondientes a la muralla medieval de Antioquía del Meandro.