Conozcamos a continuación las últimas ocho emisiones de la célebre ceca
andaluza de Carteia, correspondientes al periodo imperatorial e imperial
temprano.
Esta emisión se divide en dos series de semises con un anverso común (el
ya conocido de cabeza femenina torreada a derecha, con leyenda CARTEIA delante
y tridente detrás), característica esta última habitual en las acuñaciones de
esta ceca. En ambos casos fueron emitidas bajo los auspicios del cuartoviro
Publius Falcidius, que como tal figura en el reverso de las monedas.
La primera emisión exhibe un interesante reverso, no inédito en su
simbología si bien dispuesto de un modo algo más peculiar. En él se muestra un
haz de rayos (símbolo de Júpiter, el dios máximo del panteón romano) tendido
así como situado entre dos líneas. Por encima de este conjunto se encuentra el
nombre del cuartoviro: P.FALCIDI, por debajo podemos leer su rango: IIIIVIR.
Se trata de una única serie de semises aunque, eso sí, bastante voluminosa.
En el anverso aparece de nuevo la cabeza femenina torreada identificable con la
diosa feno-púnica Tyche, flanqueada a derecha por la leyenda de ceca CARTEIA y
a izquierda por la expresión contraída EX D D: Ex Decretio Decurionum, en castellano “por Decreto de los
Decuriones”, indicando así que esta emisión había sido ordenada por la asamblea
de los decuriones de la ciudad: verdadero órgano de gobierno de toda urbe
romana, compuesto normalmente por alrededor de un centenar de ciudadanos de
entre los cuales se elegían los diferentos cargos de cuestor, edil, pretor,
duumviro o cuartoviro. Aunque evidentemente todas las emisiones anteriores de
Carteia también debieron ser ordenadas por la asamblea de decuriones, lo cierto
es que es en esta moneda donde por primera vez se indica este hecho por medio
de la expresión EX D D, por otra parte bastante habitual en la numismática
hispana. El reverso de la moneda también resulta algo original pues emplea por
primera vez el Caduceo, en este caso alado (símbolo de Mercurio), como elemento
principal, ubicándolo para ello en una señalada posición vertical en pleno
campo monetal. Flanqueándolo, dos líneas de leyenda verticales nos informan del
responsable (por supuesto un cuartoviro)
de la buena marcha de la acuñación ordenada por los decuriones: C MAIVS C F
POLLIO IIII VIR (este último VIR en horizontal justo debajo del caduceo). Se
trata de una leyenda bastante peculiar dentro de su convencionalismo por dos
motivos: primero por ser la única leyenda de magistrado que hace referencia a
su progenitor: CF, probablemente Caius Filius y segundo por ser la única en la
que se expresa el nombre completo del magistrado con su Praenomen, Nomen y
Cognomen: C(aius) Maius Pollio. Las siguientes tres monedas corresponden a
otros tantos ejemplares de esta interesante emisión.
La vigesimoquinta emisión consta de dos series de semises realmente
interesantes toda vez que difieren bastante entre sí, incluido los anversos,
manteniendo solamente en común, como es natural, el nombre de los dos
cuartoviros responsables de la emisión: Lucius Atinius y Caius Nucia.
La segunda serie también presenta un anverso inédito, siendo en este caso el dios Apolo su protagonista (busto diademado a derecha). Sí que se repite la inscripción EX D D si bien ubicada delante del busto a diferencia de la primera serie, donde se ubicaba detrás. En cuanto al reverso, nuevamente introduce una aportación inédita, de elevado valor estético además. Se trata de una elegante lira (emblema de Apolo) en posición vertical, flanqueada a izquierda y derecha por ambos magistrados (las leyendas son las mismas que las de la primera serie), cuyo rango se indica vía la habitual expresión IIIIVIR al pie de la lira citada. A continuación podemos contemplar dos semises de esta segunda serie en bastante buen estado de revista.
Esta emisión se caracteriza por no incluir los nombres de los magistrados
monetales de la ciudad, los cuales de hecho ya no volverán a aparecer en las
acuñaciones de la ciudad, quedando como únicos reflejos numismáticos de las instituciones
carteienses el término (EX) D D: Decretio
Decurionum y, no siempre, la marca de rango IIIIVIR.
El anverso de las tres series es común y poco original a la postre:
Cabeza femenina torreada a derecha, con leyenda CARTEIA delante y tridente
detrás. Los reversos también son muy parecidos girando alrededor de un motivo
novedoso hasta cierto punto como es el del Amorcillo cabalgando sobre delfín,
en el cual se mezclan armónicamente la iconografía religiosa y la naval, como
sabemos muy utilizadas por la ceca carteiense. La primera serie, muy común,
presenta el amorcillo sobre delfín a derecha, con leyenda IIIIVIR arriba y
leyenda EX D D debajo. La segunda, también bastante corriente, es idéntica
salvo que suprime el IIIIVIR de arriba y reduce la leyenda de abajo a un
escueto D D. En cuanto a la tercera serie, muy escasa, se distingue rápidamente
por que el amorcillo sobre delfín mira hacia izquierda en lugar de hacia
derecha, conservando por lo demás las leyendas de la primera serie lo que
parece apuntar a una cronología intermedia entre la primera y la segunda
series. El siguiente par de ejemplares pertenece a la primera serie de esta
emisión, correspondiendo los otros tres a la segunda.
27ª Emisión. Reinado de Augusto.
Aunque no se puede saber con seguridad, debería poder datarse hacia el 20 a.C. con ocasión de la nueva elección de magistrados cada cinco años.
Se trata de una sola serie realmente voluminosa (es una de las monedas
más corrientes de la ceca) de, a juzgar por su diámetro y peso, cuadrantes. Los
motivos escogidos para anverso y reverso resultan sobradamente familiares si
bien no tanto su disposición ya que por primera vez en una acuñación carteiense
aparece el Delfín como motivo de anverso, en este caso a izquierda, con un
tridente cruzado y la leyenda de ceca CARTEIA (lo que indica que éste es el
anverso) debajo de él. El reverso sí que es, definitivamente, poco original con
un Timón tendido a izquierda y las leyendas IIIIVIR y D D ubicados arriba y
debajo respectivamente. A continuación podemos ver dos bonitos representantes
de esta serie de cuadrantes.
28ª Emisión. Reinado de Augusto.
En esta emisión ya no aparece alusión alguna a los cuartoviros de la ciudad por lo que carecemos de referencias precisas para datar la moneda, si bien parece verosímil hipotetizar los años del cambio de siglo.
La vigésimo octava emisión es quizás una de las más buscadas por los coleccionistas no ya tanto por su rareza, que no es excesiva, sino por la curiosa figura que aparece en su reverso: un pescador ejerciendo tan digno oficio. Semejante motivo no es exclusivo de esta emisión pues aparecía también en la vigésima; no obstante la considerable escasez de esta última emisión provoca que lo normal sea el hallazgo y adquisición de un ejemplar de la vigésimo octava, razón que explica el hecho de que en el “imaginario colectivo” de los coleccionistas sea éste el “Carteia del pescador” por excelencia.
27ª Emisión. Reinado de Augusto.
Aunque no se puede saber con seguridad, debería poder datarse hacia el 20 a.C. con ocasión de la nueva elección de magistrados cada cinco años.
En esta emisión ya no aparece alusión alguna a los cuartoviros de la ciudad por lo que carecemos de referencias precisas para datar la moneda, si bien parece verosímil hipotetizar los años del cambio de siglo.
La vigésimo octava emisión es quizás una de las más buscadas por los coleccionistas no ya tanto por su rareza, que no es excesiva, sino por la curiosa figura que aparece en su reverso: un pescador ejerciendo tan digno oficio. Semejante motivo no es exclusivo de esta emisión pues aparecía también en la vigésima; no obstante la considerable escasez de esta última emisión provoca que lo normal sea el hallazgo y adquisición de un ejemplar de la vigésimo octava, razón que explica el hecho de que en el “imaginario colectivo” de los coleccionistas sea éste el “Carteia del pescador” por excelencia.
La emisión se divide en dos series, prácticamente idénticas entre sí. El
anverso es común a ambas: Cabeza femenina torreada a derecha con leyenda
CARTEIA delante. Aunque no se trata de un motivo de anverso novedoso sí que
presenta un tipo de arte significativamente apartado del resto de “cabezas
femeninas torreadas”, evidencia clara de la presencia de una nueva generación
de acuñadores trabajando en los talleres de la ceca de Carteia. El reverso
muestra al célebre pescador con sombrero de ala ancha, sentado sobre una roca,
con el cesto a su vera y sosteniendo una caña de cuyo sedal pende un pez. Las
monedas de la primera serie, bastante más comunes que las de la segunda,
exhiben al pescador mirando a izquierda; las de la segunda serie lo hacen
mirando a derecha. Ahí acaban las diferencias entre ambas series toda vez que
la leyenda D D (una letra a cada lado del cuerpo del pescador) es común a la
dos. El siguiente cuarteto de semises corresponde, tres a la variante con
pescador a izquierda, y un cuarto a la menos común del pescador a derecha.
29ª Emisión. Reinado de Augusto. Primera década del siglo I d.C.
Quizás sea ésta la emisión más abundante de la ceca de Carteia, lo que
redunda en que sea también la más conocida por los coleccionistas. Si a esto le
unimos un tamaño y peso algo mayores de lo habitual en los semises carteienses
así como una iconografía bastante atractiva obtenemos como resultado una moneda
emblemática dentro de la numismática hispanorromana.
Acuñada probablemente a principios del reinado de Tiberio, tal y como
indica la alusión a Germánico y Druso.