martes, 22 de mayo de 2012

Filipo I el Árabe y su primera emisión de Antoninianos. La Ceca Oriental desconocida.

La muerte de Gordiano III en febrero-marzo del año 244 d.C., instigada por el prefecto del pretorio Marco Julio Filipo, apodado “el Árabe” en razón de su origen, supuso la proclamación de éste como emperador de Roma. Su primera decisión importante fue el inicio de negociaciones de paz con los persas destinadas a concluir la guerra en las fronteras nororientales del Imperio, larga ya de cinco años, durante la cual las armas romanas habían sufrido varios reveses importantes. Tras unas semanas de conversaciones acerca de cuyo contenido no nos ha llegado testimonio escrito, Filipo firma una paz bastante desventajosa: 500.000 denarios de indemnización y una suma anual en concepto de tributo al monarca sasánida, Shapor. No en vano jugaban en contra de la causa romana tanto las relativas prisas del nuevo monarca en finalizar la guerra y partir para Roma a afianzar su trono, como la posición ventajosa obtenida por los persas tras una última campaña militarmente favorable.

Combate entre romanos y persas sasánidas. Los contendientes exhiben las armas y protecciones propias de las décadas centrales del siglo III d.C., siendo por tanto contemporáneas de la emisión monetal descrita en esta entrada.

No se harían esperar las primeras acuñaciones a nombre de este monarca tras su entronización. Así lo indica, en efecto, cierta emisión de antoninianos datada en la primavera-verano del 244 cuyos motivos de reverso, alusivos al tratado de paz firmado con los persas, no admiten lugar a dudas sobre su cronología. Aunque tradicionalmente se ha venido identificando Antioquía como la ceca emisora de estas series, lo cierto es que las significativas diferencias de estilo con los antoninianos de esta ceca acuñados a partir de 247 (y cuya pertenencia a esa ceca no puede negarse dada la similitud de sus bustos con los de los tetradracmas acuñados inequívocamente en dicha ceca) permiten albergar serias dudas sobre esta identificación. Hay que reconocer, no obstante, la clara semejanza de estilo con las emisiones de antoninianos de Gordiano III atribuidas a Antioquía entre los años 242 y 244, lo que es una prueba a favor de esta última como ceca emisora de los primeros antoninianos de Filipo. Ahora bien, existen estudios de tipo metalográfico que niegan a Antioquía como emisora de la mayor parte de los antoninianos de Gordiano atribuidos a esta ceca, apuntando en su lugar a una ceca no identificada, si bien indudablemente oriental a juzgar por su arte, como autora de estas monedas. En caso de ser esto último cierto, como parece probable a la luz de las evidencias científicas, lo sería también la atribución de los primeros antoninianos de Filipo el Árabe a esta ceca oriental no identificada, afirmación sostenible a la postre no sólo en base a la semejanza formal antes apuntada sino también a los citados estudios metalográficos que señalan evidentes paralelismos entre la aleación cobre-plata empleada en estas monedas y la de los antoninianos de Gordiano III antaño calificados como antioquenses.

Divisible en tres motivos de reverso distintos, esta temprana emisión posee dos leyendas de anverso, similares en lo esencial si bien provistas de interesantes matices que informan a su vez de dos fases sucesivas en su acuñación. En la primera fase (comienzos de la primavera del año 244) aparece la leyenda IMP IVL PHILIPPVS PIVS FEL AVG (IMPERATOR IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS), completada con las letras P M (interpretables como PERSICVS MAXIMVS mejor que como la anacrónica PONTIFEX MAXIMVS) separadas y dispuestas bajo el busto del emperador. La leyenda de anverso de la segunda fase (primavera-inicios de verano de 244) es IMP C M IVL PHILIPPVS P F AVG P M (IMPERATOR CAESAR MARCVS IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS PERSICVS MAXIMVS) todo en la misma frase. La cronología más temprana de la primera fase (por cierto bastante menor que la segunda en cuanto a volumen de amonedación se refiere) ha sido establecida en base a los términos PIVS FEL, a la sazón frecuentemente utilizados en las últimas emisiones de antoninianos de Gordiano III acuñadas en esta ceca oriental, sea Antioquía o no –he aquí una nueva prueba del carácter temprano de ésta emisión--. La segunda leyenda sería, pues, una derivación de la primera más próxima a la que sería leyenda habitual en la primera mitad del reinado de Filipo I el árabe IMP IVL PHILIPPVS AVG).

A.- Motivo de Reverso: VIRTVS EXERCITVS

Anv: IMP IVL PHILIPPVS PIVS FEL AVG (Busto radiado, a derecha, con paludamentum y coraza. Debajo de él las letras latinas P M.)
        IMPERATOR IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS (PERSICVS MAXIMVS)

Rev: VIRTVS EXERCITVS (VIRTVS estante con el atuendo militar propio de esta alegoría, mirando a derecha. Sujeta una lanza invertida –la punta mirando hacia abajo-- en la mano derecha, la izquierda apoyada sobre un gran escudo ovalado situado a sus pies. En la cabeza, casco con penacho.) (el Coraje del Ejército)


Moneda perteneciente a la primera fase de esta emisión de antoninianos tal y como indica la leyenda de anverso y las letras P M debajo del busto del emperador.

El reverso hace referencia al coraje exhibido por las tropas romanas que combatieran contra los persas sasánidas. Comparándolo con otros reversos del mismo tipo, a la sazón bastante frecuente en los antoninianos del siglo III d.C.,  puede hipotetizarse su relación con alguna clase de donativo entregado a las tropas aparentemente en concepto de “premio” por su actuación en la campaña si bien con el objetivo real de “estimular” las buenas relaciones entre el ejército y el recién entronizado Filipo, tal y como era habitual en un mundo romano dominado por el estamento militar.

B.- Motivo de Reverso: PAX FVNDATA CVM PERSIS.

 Anv: IMP C M IVL PHILIPPVS P F AVG P M (Busto radiado, a derecha, con paludamentum y coraza.)
          IMPERATOR CAESAR MARCVS IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS PERSICVS MAXIMVS

Rev: PAX FVNDATA CVM PERSIS (PAX estante, a izquierda. Porta un largo cetro en la mano izquierda dispuesto en dirección oblicua al cuerpo. Con la derecha, extendida, sostiene una rama, en alto.) (la Paz Sellada con los Persas).


Moneda especialmente atractiva de la numismática romana al proporcionar tanto un documento de primera mano acerca de la paz alcanzada con el monarca persa Shapor por el flamante emperador Filipo como una valiosa prueba de la verosimilitud de la Historia Augusta escrita por el historiador Zósimo donde se narran estos hechos. Si bien poco ventajoso en la realidad para los intereses romanos, este tratado fue presentado a la opinión pública imperial como el benéfico resultado de una campaña victoriosa; de ahí el calificativo de PERSICVS MAXIMVS de que hace gala el emperador en su monedas, convenientemente limitado, eso sí, a un escueto y con toda probabilidad intencionadamente ambiguo acrónimo a fin de soslayar eventuales conflictos diplomáticos con el muy orgulloso y a la postre objetivamente vencedor del conflicto, monarca sasánida.

La leyenda del anverso permite encuadrarla en la segunda fase de acuñaciones dentro de esta emisión a diferencia de la siguiente moneda, perteneciente a la primera fase:

Anv: IMP IVL PHILIPPVS PIVS FEL AVG (Busto radiado, a derecha, con paludamentum y coraza. Debajo de él las letras latinas P M.)
          IMPERATOR IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS (PERSICVS MAXIMVS)

Rev: PAX FVNDATA CVM PERSIS (PAX estante, a izquierda. Porta un largo cetro en la mano izquierda dispuesto en dirección oblicua al cuerpo. Con la derecha, extendida, sostiene una rama, en alto.) (la Paz Sellada con los Persas).


C.- Motivo de Reverso: SPES FELICITATIS ORBIS.

Anv: IMP C M IVL PHILIPPVS P F AVG P M (Busto radiado, a derecha, con paludamentum y coraza.)
         IMPERATOR CAESAR MARCVS IVLIVS PHILIPPVS PIVS FELIX AVGVSTVS PERSICVS MAXIMVS

Rev: SPES FELICITATIS ORBIS (SPES estante, mirando a izquierda. Sujeta suavemente, con la mano derecha, levemente extendida, una flor abierta, mientras con la izquierda levanta un pliegue de su túnica.) (la Esperanza para la Felicidad del Mundo.)

Este reverso, evidentemente propagandístico, hace referencia a las esperanzas puestas en el nuevo soberano así como a la nueva época de “felicidad” que se abría para el Imperio a resultas de la firma de la paz con los persas sasánidas.

Al igual que la moneda anterior, la leyenda del anverso permite encuadrarla en la segunda fase de acuñaciones dentro de esta emisión.

















2 comentarios:

benyusuf dijo...

Muy interesante información, se ve que con nuevos métodos se pueden abrir nuevas preguntas para investigar.

***Aeternitas Numismatics*** dijo...

Ahí está, compañero. Lo que está claro es que todavía queda mucho por averiguar en el campo de los antoninianos del siglo III.
Me alegro de que te haya interesado la entrada. ¡Un saludo!