jueves, 26 de julio de 2012

La ciudad hispanorromana de CARTEIA y su ceca monetal. 2ª Parte.

Las monedas de Carteia se caracterizan por su gran número de emisiones, normalmente de gran volumen numérico y aceptable variedad iconográfica, lo que las convierte en bastante asequibles al tiempo que interesantes de cara al coleccionista medio, motivos ambos de su alta aceptación en el mercado numismático actual.

Su marco cronológico se extiende desde el 130 a.C. aproximadamente, época republicana tardía, hasta el reinado de Tiberio, donde se detecta una última emisión aislada aunque bastante voluminosa tal y como suele ser la tónica habitual en las acuñaciones de esta ciudad. Se trata, pues, de un siglo y medio largo a lo largo de cual se van sucediendo las distintas emisiones, hasta un total de 30, todas ellas similares tanto en lo que a metrología se refiere como a su conceptualización iconográfica.

La obra de referencia para las acuñaciones de Carteia es “las monedas hispano-romanas de Carteia” de Francisca Chaves Tristán, publicada en Barcelona en 1979. El contenido de la presente entrada está basado en dicha monografía, prácticamente la única que aborda esta compleja ceca en profundidad, complementada con las actualizaciones que cualquier estudio científico con más de 30 años suele necesitar, máxime encuadrándose como se encuadra en una disciplina arqueológico-numismática.

A modo de descripción general de las monedas de Carteia podemos decir que se trata de unas acuñaciones de fuerte carácter latino, lengua que emplean en exclusividad, en cuyas leyendas aparece un crecido de número de magistrados de la ciudad, todos ellos luciendo cargos típicamente romanos tales como edil, censor, cuestor ó quartoviro. Sin embargo, todo lo que tienen de emisiones puramente latinas, bastante ajenas por tanto a las emisiones de fuerte raigambre púnica de las cecas cercanas –Gades es un buen ejemplo—de común origen feno-cartaginés, lo tienen también de localistas, huyendo de la simbología romana en su vertiente más política (que no así ceremonial o religiosa) tanto en época republicana como imperial hasta el punto de no aparecer nunca no ya la figura del emperador sino siquiera, con una breve excepción si es que puede llamarse así, la más leve referencia a él. En efecto, las acuñaciones de Carteia recurren exclusivamente a tres grandes grupos iconográficos como son el panteón religioso romano (Jupiter, Saturno, etc), arquetipos propios del ceremonial latino tales como la cornucopia, el caduceo o el arpa y, con diferencia el más abundante, motivos relacionados con la vida marítima, tan próximos a un puerto de renombre como el que nos ocupa, en el cual podríamos incluir tangencialmente la habitual representación de la ciudad como una cabeza femenina con corona torreada, relacionada con la diosa Tyche fenicia y la Tanit púnica.

Un aspecto algo curioso de las acuñaciones de Carteia es su marcada preferencia por el divisor conocido como Semis (la mitad de un as romano), de lejos la moneda insignia de la ciudad, complementada por unas emisiones mucho más reducidas de Cuadrantes y Sextantes, todo ello ante la destacada ausencia  de la unidad romana en bronce, el As, que nunca fuera acuñado en sus talleres. Y recalco el calificativo “destacada” pues esta ausencia es de todo punto inusual tratándose como se trata de una ceca potente, con grandes volúmenes de acuñación obviamente destinados a abastecer de moneda circulante unos circuitos comerciales, tanto terrestres (con el resto de la Bética) como marítimos, de primer orden.

Dada su gran variedad se haría muy largo e incluso prolijo para una entrada de este tipo describir minuciosamente todas las variantes iconográficas o de leyenda. Es por ello que parece más aconsejable abordar las acuñaciones de Carteia enumerando sus sucesivas emisiones, en la mayoría de las ocasiones fáciles de distinguir por los magistrados que las encabezan, así como describiendo los tipos generales que la componen sin incidir demasiado en las pequeñas variaciones salvo que revistan un especial interés.

1ª Emisión. Hacia el año 130 a.C.
Consta de tres emisiones, una para cada uno de los tres valores: semis, cuadrante y sextante. Las dos primeras son de un volumen similar, más bien grande, la tercera, esto es el sextante, debió ser bastante más reducida. El semis presenta busto barbado de Júpiter a derecha, con marca de valor S(emis). En el reverso observamos un haz de rayos en posición horizontal, encima nuevamente la marca de valor S y debajo, entre dos líneas, la leyenda de ceca CARTEIA. El cuadrante cambia la cabeza de Júpiter por la de Mercurio con Petasus (sombrero alado propio de esta divinidad), flanqueado por un caduceo (signo de Mercurio por excelencia) a izquierda y la marca de valor “3 glóbulos” a derecha. El reverso es idéntico al del semis con la lógica diferencia de las marcas de valor. Por último tenemos el sextante, con la misma disposición iconográfica si bien este caso dedicada al dios Hércules, cuyo busto aparecen en anverso, flanqueado por su mítica piel de león a izquierda y la marca de valor “2 glóbulos” a derecha. En cuanto al reverso introduce el que será uno de los más recurrente motivos carteienses: un estilizado delfín, en este caso a izquierda, con la marca de valor arriba y la leyenda de ceca CARTEIA abajo dispuesta exteriormente a lo largo del borde de la moneda. En las siguientes fotos podemos contemplar dos ejemplares, uno de Semis y otro de Cuadrante, de esta primera emisión.

2ª Emisión. Hacia el año 125 a.C.
Esta emisión se caracteriza por un volumen bastante grande de semises, contrastando con los relativamente escasos cuadrante y sextante. El semis muestra a Júpiter mirando a izquierda, con marca de valor S frente a él. En el reverso encontramos el arquetípico delfín (a derecha), con leyenda Q(vaestor –no se indica el nombre del magistrado--) CART(EIA) abajo y marca de valor precedida de luna creciente arriba. En cuanto a semis y cuadrantes son bastante similares más allá de las lógicas diferencias de tamaño y peso. En efecto ambos lucen busto de Hércules en anverso (el cuadrante con piel de león a derecha, el sextante sin nada) y maza o clava en reverso, con leyenda de ceca CARTEIA abajo y marcas de valor (cada uno la suya), arriba. A continuación podemos ver un ejemplar de semis de esta emisión con la típica “pátina de colección antigua”.


3ª Emisión. Hacia el año 120 a.C.
El magistrado de origen romano Quintus Curvius tiene el honor de ser el primero en figurar en una emisión carteiense, a la sazón una emisión aislada de semis de volumen medio. En ella su nombre aparece seguido de la letra Q, señal de que era Cuestor (Qvaestor) de la ciudad, a la sazón el magistrado responsable de las amonedaciones en esta ciudad de Carteia tal y como nos indica la letra Q que también encontrábamos en la emisión anterior. La moneda en cuestión presenta un busto de Júpiter barbado, mirando a derecha en anverso, con leyenda CART(EIA) delante y marca de valor S(emis) detrás. En el reverso figura una cornucopia sobre rayo o fulmen, con leyenda del magistrado Q CVRVI en la parte de abajo. Veamos un bonito ejemplar de esta emisión:

4ª Emisión. Hacia el año 115 a.C.
La cuarta emisión tiene como impulsor al cuestor de origen latino Publius Iulius. Bajo su magistratura la ceca de Carteia acuña dos emisiones de semis de volumen medio. La primera exhibe un busto de Júpiter a derecha, con la marca de valor S detrás y la leyenda de ceca CARTEIA delante. El reverso muestra un orondo delfín a izquierda, con las iniciales del magistrado P. IVLI abajo y las letras Q (inicial de qvaestor) y S (marca de valor, invertida en este caso) arriba. Por su parte la segunda emisión es iconográficamente similar a la primera con  la excepción de mostrar el busto de Júpiter a izquierda y la curiosa leyenda de ceca deformada CARTIA seguida de la marca de valor S.

5ª Emisión. Hacia el año 110 a.C.
Se trata de una emisión aislada así como más bien breve de semises, dirigida por el cuestor de origen osco (centro de Italia) Caius Ninius. El anverso, común a todas las emisiones anteriores, muestra al dios Júpiter mirando a derecha con la marca de valor S detrás. El reverso, por su parte, introduce en las amonedaciones carteienses un símbolo naval por excelencia al tiempo que de profunda raigambre romana toda vez que es prácticamente universal en los bronces romanos republicanos: la proa de galera, en este caso a derecha, complementado por la marca de valor S, delante, y la leyenda C. NINI Q(VAESTOR) arriba.

6ª Emisión. Hacia el año 105 a.C.
Nuevamente es el cuestor de Carteia el magistrado encargado de validar con su nombre la nueva emisión carteiense. Llamado Caius Curmanus, luce un nomen no latino ni itálico lo que nos pone tras la pista de un carteiense con orígenes familiares anteriores a la conquista romana de la ciudad. Lo que sí sabemos seguro es que la familia Curmana debía ser bastante importante en Carteia toda vez que no será ésta la única vez que un miembro de aquélla aparece en las amonedaciones de la ciudad.

La sexta emisión consta de dos series medianamente voluminosas de semises. Los anversos lucen en ambos casos la ubicua cabeza de Júpiter a derecha con marca de valor detrás. Los reversos, aunque muy parecidos presentan algunas diferencias. Así, el de la primera serie muestra un delfín a derecha, con leyenda de magistrado (en dos líneas) Q C. CVRMAN (letras V y R nexadas) arriba y leyenda de ceca CARTEI abajo. Por su parte el de la segunda serie intercambia las posiciones de las leyendas, ubicando la de ceca arriba (CAR) y la de magistrado abajo C. CVRMAN, ésta vez sin indicar su cargo de Cuestor (Q). La siguiente fotografía corresponde a un ejemplar de la primera serie razonablemente completo.

7ª Emisión. Año 104 a.C.
Chaves Tristán data la séptima emisión de Carteia tan sólo un año después de la sexta, con motivo del relevo anual en el cargo de cuestor. Otra vez se trata de dos series de semises, si bien a diferencia de la emisión del año anterior presentan considerables diferencias entre ambas, siendo la segunda, más o menos común hoy en día, considerablemente más abundante que la primera. En ambos casos aparecen autorizadas por el magistrado de origen romano-latino Lucius Marcius, cuyo rango desconocemos al no figurar especificado en las monedas.

Como en la gran mayoría de emisiones anteriores los anversos de la séptima emisión vuelven a repetir el motivo busto de Júpiter  a derecha con marca de valor S detrás. Es en los reversos donde se diferencian entre sí: Delfín a derecha en la primera y Proa de Galera a derecha en la segunda. Las leyendas sí que se repiten tanto en texto como en posición: L. MARCI (magistrado) arriba y CARTEIA (ceca) abajo, con la pequeña excepción de la marca de valor S que aparece en el reverso de la segunda, a derecha de la proa de galera, pero no en el reverso de la primera. Las siguientes fotos corresponden a un semis, algo deteriorado, de la primera emisión y a otro de la segunda, éste algo más respetado por el paso de los siglos.

8ª Emisión. Año 103 a.C. Nuevamente nos encontramos con una emisión prácticamente inmediata a la anterior, conclusión ésta bastante evidente habida cuenta el paralelismo total existente entre la séptima y octava emisiones tanto en iconografía (son idénticas, cambiando el nombre del magistrado monetal) como en el arte de las monedas, prueba esta última de que los cuños de ambas emisiones fueron labrados por los mismos artesanos. De hecho lo más probable es que entre la séptima y la octava emisiones no haya hiato temporal, estando en acuñación la primera cuando fuera relevado el magistrado monetal L. Marcius por Quintus Opsilius (de nuevo ignoramos su rango dentro de la magistratura romana aunque lo más seguro es que sea cuestor, que era de rotación anual), provocando por tanto el cierre de la séptima emisión y la apertura de la octava sin solución de continuidad ya con el nombre del nuevo magistrado figurando en sus monedas.

Como dijimos en el parrafo anterior la octava emisión es virtualmente idéntica a la séptima. Esto implica dos series distintas, con anversos comunes (Júpiter a derecha) y reversos delfín y proa de galera respectivamente. Tampoco varía, lógicamente, la leyenda de ceca, (CARTEIA en el tercio inferior del campo de anverso), diferenciándose tan sólo en el nombre del magistrado monetal: Q. OPS en el caso del reverso proa de galera y Q. OPSIL en el reverso delfín, ambas leyendas en el tercio superior del campo de reverso. A continuación podemos ver un ejemplar de semis de la primera serie, con reverso delfín y seguidamente otros dos de la segunda, con reverso proa de galera.


9ª Emisión. Año 102 a.C.
Un nuevo cambio de magistrado monetal (seguramente el relevo anual en el cargo de cuestor de la ciudad aunque las monedas no nos lo terminen de aclarar), esta vez llamado Quintus Pedecaius, dará lugar a la novena emisión, formalmente todavía muy similar a las dos anteriores de ahí su datación tan próxima en el tiempo. En términos de volumen se trata de una emisión significativamente más grande que las dos anteriores al menos en lo que a tipos generales se refiere.

Continúa el anverso cabeza de Júpiter a derecha, repartiéndose las dos series que componen la emisión, herencia obvia de las dos anteriores, los reversos delfín y proa de galera.

En el caso del reverso delfín, observamos un semis estilísticamente algo alejado del de las emisiones 7ª y 8ª pero idéntico por lo demás: delfín a derecha, leyenda de ceca CARTEIA abajo y leyenda de magistrado Q. PEDECAI arriba. Por algún motivo el volumen de acuñación de esta serie en particular es muy superior a la media carteiense, siendo ésta una de las piezas de esta ceca más fáciles de encontrar en el mercado numismático. Las siguientes fotografías corresponden a un par de bonitos ejemplares de esta serie.

La serie con reverso proa de galera es algo más compleja en esta novena emisión ya que aparte de un tipo principal, más o menos común lo que indica un volumen de acuñación potente, se encuentran dos más, bastante más escasos así como provistos de ciertas diferencias dignas de reseñar.

El tipo principal es básicamente igual al de las dos emisiones anteriores con la lógica diferencia de la leyenda de magistrado, Q. PEDEC, y el hecho, nada predecible, de no figurar la leyenda de ceca en el tercio inferior del campo de reverso sino en el anverso, delante de la cabeza de Júpiter, en la extraña pero no inédita forma “CARTIA”. En realidad dicha leyenda de ceca ni siquiera aparece siempre en las monedas pues son muchas las que evidencian no llevarla sin que se pueda achacar su ausencia a un problema de acuñación (descentrado, vano, cuño defectuoso, etc) o de deterioro. En la siguiente fotografía podemos ver un semis de esta novena emisión, segunda serie y tipo general.
En cuanto a las variantes, existe una menor, en la que la leyenda de ceca aparece algo más desarrollada: Q. PEDECAI y otra, mucho más heterodoxa, en la que dicha leyenda de ceca, reducida a la inscripción PEDECA, se halla inserta en la parte inferior de la proa de galera (a la altura de donde estaría la bancada de remos y el espolón, en la proa) la cual hace las veces de cartela, en terminología numismática. A continuación se expone un precioso ejemplar de la variante Q. PEDECAI con leyenda CARTIA en anverso.


10ª Emisión. Año 101 a.C.
Como en las emisiones anteriores, la décima emisión vendrá también de la mano del relevo anual en el cargo de cuestor. El nuevo magistrado, de origen latino-romano a juzgar por su nomen, se llama Marcus Septimius y no duda en impulsar una copiosa acuñación de semises, pertenecientes todos ellos a una misma serie si bien con bastantes variantes de tipo menor.

El tipo principal de la citada serie, bastante abundante en la actualidad, es el ya bien conocido de Júpiter en anverso y proa de galera en reverso, con marca de valor S delante de la galera y leyenda de magistrado M. SEP encima. Donde se produce una muy interesante variación es en la leyenda de ceca reducida KAR, en tanto en cuenta introduce por primera vez la palabra KARTEIA como nombre de la ceca monetal, forma ésta que pudiéramos considerar arcaica, al tratarse de ortografía púnica, pero que sin duda alguna debía utilizarse con frecuencia en una ciudad con un sustrato púnico tan agudo como Carteia. El siguiente cuarteto de monedas corresponde a otros tantos ejemplares de este tipo principal.


En cuanto a las variantes menores, significativamente más escasas, podemos citar las siguientes: cambio de la marca de valor “S” del reverso al anverso, desarrollo de la leyenda de magistrado: variantes M. SEPT y M. SEPTV –de Septumius, forma lingüística propia del latín republicano—y leyenda de ceca CAR, omnipresente en las emisiones anteriores (algo más desarrollada) pero bastante menos habitual en esta emisión que la arcaizante KAR.

11ª Emisión. Hacia el año 99 a.C.
Se trata de una solitaria pero ciertamente voluminosa emisión de semises, muy uniformes en su diseño, a la que no hay que echarle más que un somero vistazo para advertir un cambio considerable a nivel monetal en la ciudad de Carteia. En efecto, parece ser que en algún momento impreciso pero bien acotado en el cambio de siglo se decide transferir la responsabilidad de la magistratura monetal del cuestor al censor, rango éste mucho más alto que aquél dentro de la jerarquía civil romana. Inmediatamente esto se verá reflejado en las acuñaciones carteienses vía la leyenda contraida: CES (CENSOR). Así mismo se procuró recalcar este cambio rompiendo con la tradición numismática inmediatamente anterior o lo que es igual: abandonando los tipos de reverso propios de las siete últimas emisiones (delfín y proa de galera) por otro más antiguo: Haz de Rayos horizontal. La citada leyenda de magistrado CES (como se ve, sin indicar el nombre de éste) en la parte superior del campo y la de ceca contraída CAR, abajo, completaban el conjunto. En cuanto al anverso, éste no sería modificado (algo lógico considerando su prácticamente nula carga política), prosiguiendo la iconografía habitual del busto de Júpiter a derecha, en este caso con la marca de valor “S” delante. A continuación podemos contemplar un ejemplar bastante bien conservado de esta interesante emisión de transición.


12ª Emisión. Hacia el año 95 a.C.
Indicado el cambio de responsabilidad monetal en la emisión anterior, la ceca de Carteiense retorna a uno de sus tipos de reverso más exitosos: la proa de galera a derecha. Sin embargo vamos a encontrar algunas importantes diferencias acordes a los nuevos tiempos. Y es que, si bien el cuestor era sólo uno y como tal aparecía en solitario en las monedas, los censores son nombrados siempre en parejas, habiendo de aparecer como tales también. Es por ello que esta emisión incluye dos nombres en el reverso, encima --L(ucius) RAI(us) precedido de la CES de Censor)-- y debajo –L(ucius) AGR(ius)-- de la proa de galera respectivamente, lo cual obliga al traslado de la leyenda de ceca CARTEIA al anverso, concretamente delante de la omnipresente cabeza de Júpiter a derecha. La marca de valor S detrás del citado busto jupiterino completa adecuadamente el diseño de una emisión que debió ser bastante corta a tenor de los escasos ejemplares conservados (de hecho ésta es una de las monedas de Carteia más difíciles de conseguir).

13ª Emisión. Hacia el año 90 a.C.
La responsabilidad sobre la correcta acuñación de moneda, que originalmente tuvieran los cuestores para pasar después a los censores, recae ahora en un magistrado de más alto rango que el cuestor pero bastante inferior al censor como es el Edil. Nos encontramos, pues, ante un retorno a la magistratura menor (el censor es un magistrado mayor), totalmente coherente además con una magistratura como la edilicia entre cuyos cometidos se encontraban algunos tan directamente relacionados con la producción de moneda como el control de los pesos y medidas en los mercados y, en general, la resolución de los pleitos que pudieran acontecer durante la actividad comercial diaria.

La decimotercera emisión de semises de Carteia recogerá este nuevo reparto de deberes, indicando puntualmente en su reverso, allá en el lugar donde en la emisión anterior figurara la contracción CES de Censor, la condición de Edil –AED(ile)—del magistrado monetal. Por lo demás el diseño es idéntico (galera a derecha en reverso, Júpiter en anverso con leyenda CARTEIA delante y marca de valor detrás), figurando los nombres de los dos ediles de la ciudad ya que se trata de un cargo que normalmente lo desempeñaban dos magistrados. Concretamente se trata de CN(eo) AMI(us) encima de la proa de galera así como  debajo de la contracción AED y L(ucius) ARG(ius) en la parte inferior del campo. El siguiente trío de monedas constituye una buena muestra de esta emisión:

Existe una variante de esta moneda, más escasa, con busto de Júpiter a izquierda. Tanto la leyenda CARTEIA como la marca de valor ocupan las mismas posiciones relativas respecto a Júpiter que en el tipo general, lo que implica un intercambio de posiciones respecto a dicho tipo general. A continuación podemos ver un ejemplar de este tipo.


Con esta emisión damos por concluida esta entrada. Todavía nos queda por delante más de un largo siglo de emisiones carteienses que agrupan hasta un total de 17 emisiones sucesivas, las cuales conoceremos en una entrada futura.