jueves, 23 de enero de 2014

TRITIUM AUTRIGONUM. La Romanización en los confines de Hispania.

Ciudad de los autrigones (no es raro referirse a ella como Tritium Autrigonum) conocida por Plinio y las referencias del itinerario de Antonino. Se la localiza en el paraje conocido como El Alto de Rodilla, un kilómetro escaso al este de la localidad burgalesa de Monasterio de Rodilla, sobre un altozano cultivado de cereal en la actualidad.

El lugar, conocido de antiguo[1], nunca ha sido excavado aunque sí prospectado con notable éxito tanto desde el punto vista numismático como epigráfico y ceramológico. En el siglo XIX se desenterraron algunas canaletas de opus caementicium hoy desaparecidas.


ciudad autrigona de Tritium, Burgos
Vista general del emplazamiento de la ciudad autrigona de Tritium.

Parece ser que la ciudad romana fue antes un asentamiento autrigón, conquistado por los romanos en el marco de las guerras celtibericas. El registro cerámico, caracterizado por abundante presencia de terra sigillata hispánica y sudgálica, indica que la romanización de Tritium da comienzo en época de Escipión (hacia el 130 a.C.), prolongándose sin solución de continuidad hasta el siglo V d.C. en que, al parecer, se abandona sin que se vuelva a ocupar el asentamiento.

Vista área del Alto de Rodilla donde se aprecian claramente, por crecimiento diferencial del cereal cultivado, las trazas de las edificaciones de época clásica soterradas.

Las monedas encontradas en el yacimiento engloban un arco temporal con extremos en los años 112 y 378 d.C., concordante por tanto con la cronología aportada por el análisis del registro cerámico. En cuanto a la epigrafía localizada tanto en el solar de la ciudad como en su antiguo territorium merece la pena destacar una estela funeraria encontrada en el término municipal de Belorado dedicada a C. Sempronius Sulla, fallecido a la avanzada edad de setenta años. Datada en el siglo III, la inscripción indica la pertenencia del difunto a la tribu Quirina, como se sabe la gens escogida por los emperadores flavios para inscribir a las múltiples ciudades hispanas que alcanzaron el rango municipal en el último tercio del siglo I a raíz del edicto de Latinidad de Vespasiano. Este detalle, unido a la probable procedencia autóctona del fallecido –la lápida no cita su origo (origen), algo ciertamente innecesario en el caso de que el fallecido/a fuera natural de la zona-- nos permite situar, para el caso de Tritium, el paso de ciudad estipendaria a municipio romano en época flavia. 

La Naturalis Historia de Plinio menciona Tritium como ciudad peregrina en el territorio de los autrigones. Una más de las muchas ciudades hispanas cuyo ascenso jurídico, aunque contemporáneo del sabio de Comum (actual Como) así como probablemente conocido por éste no llegó a ser incluido en su magna obra.

Desordenadas, las piedras de la antigua Tritium Autrigonum se acumulan desde hace siglos al borde de lo sembrados.

Tritium es citada dos veces en el Itinerario de Antonino. Una en la ruta XXXII Item ab Asturica Terracone (ruta entre Astúrica y Tarraco) y otra en la ruta XXXIV De Hispania in Aequitania que enlazaba la hispana Astúrica con la gala Burdicala (Burdeos). La primera ruta nos informa que Tritium era la novena mansio desde Astúrica, estando precedida a poniente por Deobrígula (castro de Tardajos, Burgos) y seguida a levante por Virovenna, en las proximidades de la actual Briviesca (Burgos). Como la ruta XXXIV coincide con la XXXII hasta Virovenna –llamada Virovesca en la XXXIV--, no hay diferencias en las estaciones en relación a Tritium.

En la actualidad no se puede observar ningún resto arquitectónico en el Alto de Rodilla. Siglos de trabajos agrícolas han amontonado en las veredas y en los bordes de los campos arados los mampuestos que conformaban los muros de la ciudad autrigona. Apenas puede distinguirse en el desorden de piedras alguna que otra pieza labrada, muy gastada en cualquier caso. La razón de tamaña desolación debe buscarse en la cercanía del yacimiento al actual Monasterio de Rodilla, a buen seguro erigido durante siglos con los materiales del Alto de Rodilla.

Elevación de la cumbre del Alto de Rodilla, nada imponente pero sí capaz de dominar el contorno, donde se situaba el núcleo de la ciudad.

Aunque el emplazamiento de la ciudad reúne unas condiciones naturales aceptables en lo que a requerimientos defensivo se refiere, resulta difícil de creer que Tritium no estuviera amurallada en el pasado. Desde luego así lo aconsejarían factores como la suave pendiente de las laderas del cerro o su moderada altura, a todas luces necesitados de un refuerzo a base de defensas artificales.  Más aún, el Alto de Rodilla posee una topografía relativamente apropiada para levantar murallas, sobre todo en su parte central donde la llana superficie de la cumbre se eleva formando una meseta de regulares dimensiones, adecuada para hacer las veces de zona nuclear de un asentamiento al dominarse desde ella toda la superficie del cerro.

Como quiera que hoy en día no se aprecian señales de amurallamientos antiguos ni de cualquier otro resto arquitectónico --los amontonamientos de piedras que se ven en las cunetas no tienen en ninguna parte el suficiente volumen para poder aspirar a la categoría de extintas fortificaciones[2]--, es necesario recurrir al crecimiento diferencial de la vegetación visible en las fotografías aéreas para explorar el urbanismo de la antigua Tritium y confirmar, en su caso, la identificación de la meseta central con la zona nuclear del asentamiento. Dicho y hecho, enseguida advertimos que la meseta central del Alto de Rodilla aparece ocupada por un buen número de calles dispuestas ortogonalmente así como delimitadas por múltiples edificios de planta rectangular completamente soterrados en la actualidad. Se trata, pues, de un modelo de urbanismo típicamente romano con entidad de ciudad.

Derrumbe de mayor espesor localizado en el flanco suroriental de la meseta central. En él pueden distinguirse algunos mampuestos con señales de labra, en ningún caso calificables de sillares o sillarejos.


Como era de esperar a la vista de la topografía del Alto de Rodilla, la densidad de ocupación urbanística de la meseta central es bastante mayor que la del resto de la cumbre, lo que confirma su condición de zona nuclear de la ciudad. De hecho es en los bordes de la meseta central y también en los espacios entre sembrados donde se acumulan las mayores concentraciones de mampuestos de todo el yacimiento. Lo más probable es que este espacio estuviera amurallado –su topografía se presta especialmente a ello-- ya que no en vano albergaba en su interior el corazón de la ciudad, con el foro, el templo y los demás edificios públicos que tuviera; pudiéndose ubicar aparentemente el primero de ellos en el extremo septentrional de la meseta según los trazos visibles en la fotografía aérea. El resto de la ciudad, por su parte, debía mostrar una densidad de edificación mucho más baja –Tritium nunca fue una ciudad grande--, siendo incluso probable que estuviera sin amurallar dada la gran longitud del perímetro de la cumbre que hubiera necesitado de una muralla mucho más extensa de la que los habitantes y/o guarnición de Tritium, sin duda nunca numerosos, hubieran podido defender con una mínima garantía de éxito.

Acumulación de mampuestos en la cumbre de la meseta central del Alto de Rodilla.




[1] Aparece citado por Juan Agustín Cea Bermúdez en su obra “Sumario de las Antigüedades Romanas que hay en España”, publicada en Madrid en 1832. Aquí se propone ya la identificación del yacimiento con la antigua ciudad autrigona.

[2] Si bien hay que aclarar que ello no implica que no existieran en el pasado –volvemos de nuevo al fenómeno del canibalismo histórico de los materiales de construcción--.

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