sábado, 19 de octubre de 2013

AUGUSTÓBRIGA de los Pelendones. Una fundación romana en plena Celtiberia.

La antigua ciudad romana de Augustóbriga se localiza en el actual Muro de Agreda (Soria), en cuyo núcleo urbano han aparecido los escasos restos materiales que conservamos de esta civitas.

Al igual que tantos otros núcleos latinos lo poco que conocemos de Augustóbriga se debe a las escuetas menciones de los itinerarios –en este caso tanto el Ravenate como el de Antonino—y al geógrafo Ptolomeo. No obstante, el análisis de algunos factores como su nombre, emplazamiento físico y el contexto histórico de la comarca en que se encuentra constituye una fuente de información bastante verosímil si bien, no hay que olvidarlo, de tipo conjetural ante la falta de documentación escrita.

Como a simple vista se aprecia el nombre del asentamiento procede de la unión de dos palabras: una latina, Augusto, a la postre el cognomen del primer emperador romano, y otra céltica, briga, traducible como fortaleza, castro o, en general, lugar fortificado. “La fortaleza de Augusto” sería el significado etimológico de la palabra Augustóbriga, lo que nos pone tras la pista de un asentamiento, ya fundado, ya renombrado, en época augustea, setenta años después de la conquista romana de Termancia (96 a.C.) y el final de las Guerras Celtibéricas. Considerando por un lado que Augustóbriga se encontraba emplazada en un llano de pobres condiciones defensivas y, por otro lado, el hecho conocido de que los romanos, tras la victoria final, obligaron a las tribus celtíberas a desalojar la gran mayoría de sus poblados –castros—y ciudades fortificadas, casi siempre localizadas en altos de fácil defensa, asentándolas en las llanuras aledañas donde eran mucho más sencillo su control, se puede colegir que Augustóbriga fue uno de estos nuevos asentamientos en llano. Desde luego el nombre del lugar, significativamente oficialista, apunta en esta dirección, siendo posible ir un poco más lejos y afirmar el carácter campamental de la nueva plaza, al menos en los primeros años de su existencia. Dicho todo esto parece razonable datar la fundación de Augustóbriga en algún momento del último tercio del siglo I a.C.

Muralla de Augustóbriga al pie de la pequeña colina en que se alza el castillo de Muro de Ágreda.