sábado, 27 de agosto de 2016

Descubriendo Asia Menor. Día 8, 3ª Parte. Tripolis ad Maeandrum

Yenicekent es el nombre de una pequeña población turca situada a una docena de kilómetros de la carretera general que comunica la autovía Izmir-Ankara con Denizli, a la sazón la capital de la provincia donde nos encontramos. A pocos kilómetros de su núcleo urbano duerme el sueño de los siglos la antigua ciudad de Tripolis ad Maeandrum (Trípoli del Meandro en castellano), objetivo de la segunda visita del día.

El yacimiento de Trípolis lleva pocos años en excavación, motivo por el que hay relativamente pocas estructuras exhumadas y, en general, resulta todavía poco conocido. Eso sí, lo que está apareciendo se encuentra en muy buen estado. Probablemente se convierta en un punto de referencia del turismo arqueológico cuando haya más que ver. No obstante, hoy en día ya es lo suficientemente atractivo para el estudioso toda vez que, aparte de lo ya exhumado, hay abundantes restos arquitectónicos en superficie con la entidad suficiente para extraer conclusiones de ellos. Nosotros lo recomendamos vehementemente.

Tripolis on the Meander
Figura 1.- Moneda de bronce acuñada en Trípolis durante el periodo republicano.

El yacimiento tiene horario, está cercado y vigilado (por un guarda muy amable). De momento no hay que pagar entrada para pasar. Sólo está señalizada una parte, el resto de la visita hay que hacerla más a la aventura si bien no es difícil ya que toda el área ha sido cumplidamente desbrozada y enseguida se localizan las diferentes ruinas a lo lejos. 

Llegamos ya bastante avanzada la tarde, a eso de las cuatro. No queda mucha luz pues anochece muy pronto por estas tierras levantinas. Es por ello que nos abalanzamos sobre las ruinas casi sin mirar donde dejamos el coche… Conozcamos un poco la historia de Tripolis ad Maeandrum antes de visitarla.

Tripolis on the Meander
Figura 2.- Selección de bronces tripolitanos acuñados durante los siglos I, II y III d.C.

Trípolis fue fundada con el nombre de Apolonia en el siglo III a.C., esto es en plena época helenística: una época muy turbulenta pero al mismo tiempo de fuerte expansión de la cultura griega. Inicialmente fue incluida en la región de Lidia, si bien muy cerca del límite con las regiones de Caria y Frigia. Su emplazamiento estaba bien pensado: justo en un cruce de caminos de primera magnitud los cuales comunicaban entre sí las citadas regiones y también éstas con la costa del Egeo (a poniente) y el interior de Anatolia (a levante).