Las monedas de Carteia se caracterizan por su gran número de emisiones,
normalmente de gran volumen numérico y aceptable variedad iconográfica, lo que
las convierte en bastante asequibles al tiempo que interesantes de cara al
coleccionista medio, motivos ambos de su alta aceptación en el mercado
numismático actual.
1ª Emisión. Hacia el año 130 a.C.
Consta de tres emisiones, una para cada uno de los tres valores: semis,
cuadrante y sextante. Las dos primeras son de un volumen similar, más bien
grande, la tercera, esto es el sextante, debió ser bastante más reducida. El
semis presenta busto barbado de Júpiter a derecha, con marca de valor S(emis).
En el reverso observamos un haz de rayos en posición horizontal, encima
nuevamente la marca de valor S y debajo, entre dos líneas, la leyenda de ceca
CARTEIA. El cuadrante cambia la cabeza de Júpiter por la de Mercurio con
Petasus (sombrero alado propio de esta divinidad), flanqueado por un caduceo
(signo de Mercurio por excelencia) a izquierda y la marca de valor “3 glóbulos”
a derecha. El reverso es idéntico al del semis con la lógica diferencia de
las marcas de valor. Por último tenemos el sextante, con la misma disposición iconográfica
si bien este caso dedicada al dios Hércules, cuyo busto aparecen en anverso,
flanqueado por su mítica piel de león a izquierda y la marca de valor “2
glóbulos” a derecha. En cuanto al reverso introduce el que será uno de los más
recurrente motivos carteienses: un estilizado delfín, en este caso a izquierda,
con la marca de valor arriba y la leyenda de ceca CARTEIA abajo dispuesta
exteriormente a lo largo del borde de la moneda. En las siguientes fotos
podemos contemplar dos ejemplares, uno de Semis y otro de Cuadrante, de esta
primera emisión.
Esta emisión se caracteriza por un volumen bastante grande de semises,
contrastando con los relativamente escasos cuadrante y sextante. El semis
muestra a Júpiter mirando a izquierda, con marca de valor S frente a él. En el
reverso encontramos el arquetípico delfín (a derecha), con leyenda Q(vaestor
–no se indica el nombre del magistrado--) CART(EIA) abajo y marca de valor
precedida de luna creciente arriba. En cuanto a semis y cuadrantes son bastante
similares más allá de las lógicas diferencias de tamaño y peso. En efecto ambos
lucen busto de Hércules en anverso (el cuadrante con piel de león a derecha, el
sextante sin nada) y maza o clava en reverso, con leyenda de ceca CARTEIA abajo
y marcas de valor (cada uno la suya), arriba. A continuación podemos ver un
ejemplar de semis de esta emisión con la típica “pátina de colección antigua”.
3ª Emisión. Hacia el año 120 a.C.
El magistrado de origen romano Quintus Curvius tiene el honor de ser el primero
en figurar en una emisión carteiense, a la sazón una emisión aislada de semis
de volumen medio. En ella su nombre aparece seguido de la letra Q, señal de que
era Cuestor (Qvaestor) de la ciudad, a la sazón el magistrado responsable de
las amonedaciones en esta ciudad de Carteia tal y como nos indica la letra Q
que también encontrábamos en la emisión anterior. La moneda en cuestión
presenta un busto de Júpiter barbado, mirando a derecha en anverso, con leyenda
CART(EIA) delante y marca de valor S(emis) detrás. En el reverso figura una
cornucopia sobre rayo o fulmen, con leyenda del magistrado Q CVRVI en la parte
de abajo. Veamos un bonito ejemplar de esta emisión:
4ª Emisión. Hacia el año 115 a.C.
La cuarta emisión tiene como impulsor al cuestor de origen latino Publius
Iulius. Bajo su magistratura la ceca de Carteia acuña dos emisiones de semis de
volumen medio. La primera exhibe un busto de Júpiter a derecha, con la marca de
valor S detrás y la leyenda de ceca CARTEIA delante. El reverso muestra un
orondo delfín a izquierda, con las iniciales del magistrado P. IVLI abajo y las
letras Q (inicial de qvaestor) y S (marca de valor, invertida en este caso)
arriba. Por su parte la segunda emisión es iconográficamente similar a la
primera con la excepción de mostrar el
busto de Júpiter a izquierda y la curiosa leyenda de ceca deformada CARTIA
seguida de la marca de valor S.
Se trata de una emisión aislada así como más bien breve de semises,
dirigida por el cuestor de origen osco (centro de Italia) Caius Ninius. El
anverso, común a todas las emisiones anteriores, muestra al dios Júpiter
mirando a derecha con la marca de valor S detrás. El reverso, por su parte,
introduce en las amonedaciones carteienses un símbolo naval por excelencia al
tiempo que de profunda raigambre romana toda vez que es prácticamente universal
en los bronces romanos republicanos: la proa de galera, en este caso a derecha,
complementado por la marca de valor S, delante, y la leyenda C. NINI Q(VAESTOR)
arriba.
6ª Emisión. Hacia el año 105 a.C.
Nuevamente es el cuestor de Carteia el magistrado encargado de validar
con su nombre la nueva emisión carteiense. Llamado Caius Curmanus, luce un nomen no latino ni itálico lo que nos
pone tras la pista de un carteiense con orígenes familiares anteriores a la
conquista romana de la ciudad. Lo que sí sabemos seguro es que la familia
Curmana debía ser bastante importante en Carteia toda vez que no será ésta la única
vez que un miembro de aquélla aparece en las amonedaciones de la ciudad.
7ª Emisión. Año 104 a.C.
Chaves Tristán data la séptima emisión de Carteia tan sólo un año después de la sexta, con motivo del relevo anual en el cargo de cuestor. Otra vez se trata de dos series de semises, si bien a diferencia de la emisión del año anterior presentan considerables diferencias entre ambas, siendo la segunda, más o menos común hoy en día, considerablemente más abundante que la primera. En ambos casos aparecen autorizadas por el magistrado de origen romano-latino Lucius Marcius, cuyo rango desconocemos al no figurar especificado en las monedas.
8ª Emisión. Año 103 a.C.
Como dijimos en el parrafo anterior la octava emisión es virtualmente idéntica a la séptima. Esto implica dos series distintas, con anversos comunes (Júpiter a derecha) y reversos delfín y proa de galera respectivamente. Tampoco varía, lógicamente, la leyenda de ceca, (CARTEIA en el tercio inferior del campo de anverso), diferenciándose tan sólo en el nombre del magistrado monetal: Q. OPS en el caso del reverso proa de galera y Q. OPSIL en el reverso delfín, ambas leyendas en el tercio superior del campo de reverso. A continuación podemos ver un ejemplar de semis de la primera serie, con reverso delfín y seguidamente otros dos de la segunda, con reverso proa de galera.
9ª Emisión. Año 102 a.C.
Un nuevo cambio de magistrado monetal (seguramente el relevo anual en el
cargo de cuestor de la ciudad aunque las monedas no nos lo terminen de aclarar),
esta vez llamado Quintus Pedecaius, dará lugar a la novena emisión, formalmente
todavía muy similar a las dos anteriores de ahí su datación tan próxima en el
tiempo. En términos de volumen se trata de una emisión significativamente más
grande que las dos anteriores al menos en lo que a tipos generales se refiere.
Continúa el anverso cabeza de Júpiter a derecha, repartiéndose las dos
series que componen la emisión, herencia obvia de las dos anteriores, los
reversos delfín y proa de galera.
En el caso del reverso delfín, observamos un semis estilísticamente algo
alejado del de las emisiones 7ª y 8ª pero idéntico por lo demás: delfín a
derecha, leyenda de ceca CARTEIA abajo y leyenda de magistrado Q. PEDECAI
arriba. Por algún motivo el volumen de acuñación de esta serie en particular es
muy superior a la media carteiense, siendo ésta una de las piezas de esta ceca
más fáciles de encontrar en el mercado numismático. Las siguientes fotografías
corresponden a un par de bonitos ejemplares de esta serie.
La serie con reverso proa de galera es algo más compleja en esta novena
emisión ya que aparte de un tipo principal, más o menos común lo que indica un
volumen de acuñación potente, se encuentran dos más, bastante más escasos así
como provistos de ciertas diferencias dignas de reseñar.
En cuanto a las variantes, existe una menor, en la que la leyenda de ceca
aparece algo más desarrollada: Q. PEDECAI y otra, mucho más heterodoxa, en la
que dicha leyenda de ceca, reducida a la inscripción PEDECA, se halla inserta
en la parte inferior de la proa de galera (a la altura de donde estaría la
bancada de remos y el espolón, en la proa) la cual hace las veces de cartela,
en terminología numismática. A continuación se expone un precioso ejemplar de
la variante Q. PEDECAI con leyenda CARTIA en anverso.
El tipo principal de la citada serie, bastante abundante en la
actualidad, es el ya bien conocido de Júpiter en anverso y proa de galera en
reverso, con marca de valor S delante de la galera y leyenda de magistrado M.
SEP encima. Donde se produce una muy interesante variación es en la leyenda de
ceca reducida KAR, en tanto en cuenta introduce por primera vez la palabra
KARTEIA como nombre de la ceca monetal, forma ésta que pudiéramos considerar arcaica,
al tratarse de ortografía púnica, pero que sin duda alguna debía utilizarse con
frecuencia en una ciudad con un sustrato púnico tan agudo como Carteia. El
siguiente cuarteto de monedas corresponde a otros tantos ejemplares de este
tipo principal.
11ª Emisión. Hacia el año 99 a.C.
10ª Emisión. Año 101 a.C.
Como en las emisiones anteriores, la décima emisión vendrá también de la
mano del relevo anual en el cargo de cuestor. El nuevo magistrado, de origen
latino-romano a juzgar por su nomen, se llama Marcus Septimius y no duda en
impulsar una copiosa acuñación de semises, pertenecientes todos ellos a una
misma serie si bien con bastantes variantes de tipo menor.
En cuanto a las variantes menores, significativamente más escasas, podemos
citar las siguientes: cambio de la marca de valor “S” del reverso al anverso,
desarrollo de la leyenda de magistrado: variantes M. SEPT y M. SEPTV –de
Septumius, forma lingüística propia del latín republicano—y leyenda de ceca CAR,
omnipresente en las emisiones anteriores (algo más desarrollada) pero bastante
menos habitual en esta emisión que la arcaizante KAR.
Se trata de una solitaria pero ciertamente voluminosa emisión de semises,
muy uniformes en su diseño, a la que no hay que echarle más que un somero
vistazo para advertir un cambio considerable a nivel monetal en la ciudad de
Carteia. En efecto, parece ser que en algún momento impreciso pero bien acotado
en el cambio de siglo se decide transferir la responsabilidad de la
magistratura monetal del cuestor al censor, rango éste mucho más alto que aquél
dentro de la jerarquía civil romana. Inmediatamente esto se verá reflejado en
las acuñaciones carteienses vía la leyenda contraida: CES (CENSOR). Así mismo
se procuró recalcar este cambio rompiendo con la tradición numismática
inmediatamente anterior o lo que es igual: abandonando los tipos de reverso
propios de las siete últimas emisiones (delfín y proa de galera) por otro más
antiguo: Haz de Rayos horizontal. La citada leyenda de magistrado CES (como se
ve, sin indicar el nombre de éste) en la parte superior del campo y la de ceca contraída
CAR, abajo, completaban el conjunto. En cuanto al anverso, éste no sería
modificado (algo lógico considerando su prácticamente nula carga política),
prosiguiendo la iconografía habitual del busto de Júpiter a derecha, en este
caso con la marca de valor “S” delante. A continuación podemos contemplar un
ejemplar bastante bien conservado de esta interesante emisión de transición.
Indicado el cambio de responsabilidad monetal en la emisión anterior, la
ceca de Carteiense retorna a uno de sus tipos de reverso más exitosos: la proa
de galera a derecha. Sin embargo vamos a encontrar algunas importantes
diferencias acordes a los nuevos tiempos. Y es que, si bien el cuestor era sólo
uno y como tal aparecía en solitario en las monedas, los censores son nombrados
siempre en parejas, habiendo de aparecer como tales también. Es por ello que
esta emisión incluye dos nombres en el reverso, encima --L(ucius) RAI(us)
precedido de la CES de Censor)-- y debajo –L(ucius) AGR(ius)-- de la proa de
galera respectivamente, lo cual obliga al traslado de la leyenda de ceca
CARTEIA al anverso, concretamente delante de la omnipresente cabeza de Júpiter
a derecha. La marca de valor S detrás del citado busto jupiterino completa
adecuadamente el diseño de una emisión que debió ser bastante corta a tenor de
los escasos ejemplares conservados (de hecho ésta es una de las monedas de
Carteia más difíciles de conseguir).
13ª Emisión. Hacia el año 90 a.C.
La responsabilidad sobre la correcta acuñación de moneda, que
originalmente tuvieran los cuestores para pasar después a los censores, recae
ahora en un magistrado de más alto rango que el cuestor pero bastante inferior
al censor como es el Edil. Nos encontramos, pues, ante un retorno a la
magistratura menor (el censor es un magistrado mayor), totalmente coherente
además con una magistratura como la edilicia entre cuyos cometidos se
encontraban algunos tan directamente relacionados con la producción de moneda
como el control de los pesos y medidas en los mercados y, en general, la
resolución de los pleitos que pudieran acontecer durante la actividad comercial
diaria.
Existe una variante de esta moneda, más escasa, con busto de Júpiter a
izquierda. Tanto la leyenda CARTEIA como la marca de valor ocupan las mismas
posiciones relativas respecto a Júpiter que en el tipo general, lo que implica
un intercambio de posiciones respecto a dicho tipo general. A continuación
podemos ver un ejemplar de este tipo.
Con esta emisión damos por concluida esta entrada. Todavía nos queda por
delante más de un largo siglo de emisiones carteienses que agrupan hasta un
total de 17 emisiones sucesivas, las cuales conoceremos en una entrada futura.
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